El Rey Humilde Entra en Jerusalén
Mateo 21:9
"¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!"
Jesús entra a Jerusalén no como un rey con espada, sino como un Salvador humilde montado en un asno. El pueblo clamaba "¡Hosanna!", esperando liberación política, pero Jesús ofrecía salvación eterna. En medio de la algarabía, ya cargaba la cruz en Su corazón.
¿Reconocemos a Jesús como el Rey de nuestra vida, incluso cuando Su camino no es el que esperábamos?
Rinde tu corazón a Jesús, no solo en los momentos de celebración, sino también cuando el camino hacia la cruz se hace evidente. Recibe a Cristo como el verdadero Rey, el que viene a transformar tu vida desde adentro.
“El Rey que entra en humildad es el mismo que vence con amor.”
Señor Jesús, entra a mi corazón como el Rey humilde que eres. Ayúdame a reconocerte no solo en la victoria, sino también en el sufrimiento. Que mi vida sea una continua alabanza a tu amor. Amén.
Zacarías 9:9
"He aquí tu Rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno."