Un Corazón No Arrepentido

Romanos 2:5
"Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios."

El arrepentimiento es esencial para acercarnos a Dios. Un corazón endurecido y sin arrepentimiento rechaza la corrección, ignora la voz del Espíritu Santo y continúa en pecado sin reconocer su necesidad de perdón. La Biblia nos advierte que aquellos que persisten en esta actitud están acumulando juicio para sí mismos.

Dios, en Su misericordia, nos da la oportunidad de arrepentirnos y volver a Él. Sin embargo, si rechazamos Su llamado, nos alejamos cada vez más de Su gracia. La dureza del corazón no ocurre de un momento a otro, sino que es el resultado de ignorar repetidamente la verdad y vivir según nuestros propios deseos.

La clave para un corazón sensible a Dios es la humildad. Reconocer nuestra necesidad de Su perdón y buscarle con sinceridad nos lleva a una vida transformada. Dios no rechaza a quien se acerca a Él con un corazón arrepentido, sino que le da nueva vida y restauración.

No permitas que tu corazón se endurezca ante la corrección de Dios. Examina tu vida y pregúntate si hay áreas donde has ignorado Su voz. En lugar de justificar tus errores, pídele a Dios que te ayude a reconocerlos y a cambiar. La humildad es clave para mantener un corazón blando y dispuesto. No pospongas el arrepentimiento, acércate hoy a Dios y experimenta Su gracia y restauración.

"Un corazón arrepentido encuentra gracia; un corazón endurecido acumula juicio."

Señor, examina mi corazón y muéstrame si hay en mí dureza o falta de arrepentimiento. Ayúdame a ser humilde y a reconocer mi necesidad de Tu perdón. No permitas que me aleje de Ti, sino que cada día me acerque más a Tu presencia. En el nombre de Jesús, Amén.

Salmos 51:17
"Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios."

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